ARTÍCULO: Joan Baptista Humet en tres acordes.

 

       UNO

Valenciano de nacimiento (1950), catalán de adopción, estudiante de arquitectura, encontrará en 1968 una nueva y definitiva vocación: componer música y cantar. Eran los momentos cumbre de la canción catalana y en ella se adentró Humet siguiendo la pista de L. Llac y J.M.Serrat.

Después llegarían múltiples actuaciones en público. Desde 1970 hasta 1986 pasó por diversas empresas de grabación, Columbia, Ariola, Movieplay y RCA, naciendo así una serie de discos tras un par de singles iniciáticos: Aires de Cemento , Fins que el silence ve y Amor de aficionado.

En su disco Hay que vivir- 1980- J.Baptista Humet canta:

Hay que vivir amigo mío/Antes que nada hay que vivir/Y ya va haciendo frío,/ hay que burlar ese futuro/ que empieza a hacerse nuevo en ti.

A partir de 1970, Humet halla su estilo propio compositivo, ajeno a las corrientes del momento, bilingüe en sus actuaciones y en sus grabaciones. En 1975 salta su primer gran éxito en España y Sudamérica(especialmente en México): Que no soy yo, del disco Diálogos:

A veces pienso que tengo suerte/sin una perra y aún me divierte mi profesión /desde una noche en la que Dios quiso/ comprometerme con el hechizo de una canción./ Y ahora acabemos de ser sinceros/que a mí también me mueve el dinero y la vanidad/pá no ser menos que mis amigos/que se conforman con un suspiro de libertad…/

Sube la cuesta del éxito con insistencia, no sin baches y obstáculos, pero parece, por fin, haber consolidado su nombre en el panorama musical, haber encontrado su mejor estilo y modo de expresión. El amor y la ternura, la sensibilidad y la melancolía de sus letras no le quitan sitio a proclamas de denuncia social ni a posturas y declaraciones contra las dictaduras vigentes en Chile y algún otro país sudamericano.

En 1980 llega su mayor éxito, esa canción que todo compositor anhela para situarse definitivamente en la popularidad: la historia de una joven drogadicta, Clara, aporta a su autor innumerables premios, grandes ventas y su primer y único disco de oro. Bien puede decirse que a partir de 1981 Humet forma ya parte del pequeño elenco de artistas que nadan en las aguas de la fama musical. Y llegarán tres álbumes más; su universo emocional y enigmático conecta entonces, a través de sus composiciones, con un gran número de seguidores en busca de su propia autenticidad.

Te acostumbraste a acariciar la vida/por el envés/para agachar la cabeza/sin demasiadas preguntas/para aceptar que tú eres tú, y que nunca serás usted/usted que paga las horas y tú le abrigas los pies. (Layetana abajo, del álbum Diálogos).

Su existencia parece la de una persona que siempre se plantea cosas, que vive en una indefinición permanente, entre el éxito y el fracaso, entre los golpes que da la vida (la parálisis y posterior muerte de su hermana, dos matrimonios, cuatro hijos, las habituales decepciones del negocio musical, su empeño en mantener su libertad de criterio y su vivir enfrascado en la búsqueda permanente para sus canciones de unos valores que le permitan seguir siendo él mismo mientras sortea las dificultades de una sólida y constante carrera musical.)

Del tema No cantes:

Los hijos de tus hijos crecerán/acostumbrados a vivir desde un rincón/su canto será dulce en su prisión/ y no sabrán volar, /ni la razón/ y dejarán la jaula como tú…./

     DOS

Hacia 1986 Joan Baptista Humet desapareció de repente. De la fama al anonimato. Él mismo dirá: “Perdí la necesidad de decir cosas, de hacer música”. Se apartó varios años de los escenarios y del ambiente musical. Y en 2002 escribe: “Algún día entenderé por qué me fui. Seguramente el día en que entienda por qué voy a volver”. Y más adelante añade: “Desde hace cinco meses vuelvo a componer. Ha sido el final de un proceso y un conflicto interior muy potente”.

Así en 2004(tras romper con Ariola) publica en sello discográfico propio, Validance, un nuevo álbum Solo bajé a comprar tabaco; un último disco limpio y armonioso en el que intenta explicar su huida de los escenarios definiendo la madeja de dudas, cavilaciones y debilidades que le provocaba la íntima aceptación de su manera de ser: “Ay señor compositor y desaparecido que has vuelto del olvido, ¡qué puede  haberle convencido si no es el amor!

               Y TRES.

“Lo único que me pregunto es si donde vaya habrá música. Seguro que sí”; es una de sus frases más recordadas. “Prefiero morirme así que de accidente”, acepta días antes del 30 de noviembre de 2008, fecha de su muerte en Barcelona, a los 58 años, víctima de un cáncer de estómago.

Dieciséis días después d su muerte el Teatro Nacional de Cataluña abre sus puertas para el concierto que un numeroso grupo de cantautores (Marina Rossell, Serrat, Pi de la Serra, Sisa, L. Llac, Víctor Manuel y Ana Belén, Guillermina Mota, entre otros) dedican en su homenaje y en memoria a su contribución a la música catalana, española y universal.

Tenía el mar del miedo en la mirada

               las ropas empapadas

               y el suelo por almohada.

               Y lentamente amaneció.          (Clara. Del álbum Melancolía)

Un comentario Agrega el tuyo

  1. Ignacio dice:

    Me ha gustado mucho tu artículo que en unas pocas palabras, muy bien puestas, me ha permitido conocer mejor a este artista valenciano.

    Me gusta

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